top of page

La importancia del uso de los espacios naturales en el desarrollo del aprendizaje significativo.

Foto del escritor: José SilvaJosé Silva

El aprendizaje significativo es un proceso en el cual los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades que son relevantes y aplicables en sus vidas cotidianas. Este tipo de aprendizaje se potencia enormemente cuando se integra el entorno natural, permitiendo que los niños y niñas establezcan conexiones directas con su entorno y vivan experiencias sensoriales que amplían su comprensión del mundo. El uso de los espacios naturales en la educación no solo favorece el aprendizaje de contenidos curriculares, sino que también promueve el desarrollo emocional, social y cognitivo de los estudiantes.


Uno de los métodos pedagógicos que ejemplifica esta conexión entre el aprendizaje y la naturaleza es la construcción del tukukawe. El tukukawe es una pequeña estructura, típica de la cultura mapuche, que se utiliza como espacio de aprendizaje y que simboliza la integración del ser humano con la naturaleza. La creación de estos espacios, que puede involucrar la recolección de ramas, hojas y otros elementos naturales, no solo fomenta la creatividad y el trabajo colaborativo, sino que también ofrece una oportunidad única para que los estudiantes entren en contacto directo con la tierra y descubran la biodiversidad que los rodea.


El Valor de la exploración sensorial y el contacto directo con la naturaleza

Uno de los aspectos más poderosos del uso de los espacios naturales en la educación es el contacto físico con la tierra. En la construcción del tukukawe, los estudiantes deben interactuar directamente con el suelo, lo que les brinda una conexión tangible con el entorno. Al excavar, mover tierra o recoger materiales naturales, los niños y niñas no solo desarrollan habilidades motrices, sino que también experimentan el entorno de una manera más profunda y multisensorial.


Este contacto con la naturaleza permite que los estudiantes descubran pequeños detalles del mundo natural que, de otra manera, podrían pasar desapercibidos en un entorno exclusivamente urbano o de aula. Por ejemplo, al excavar o mover piedras para la construcción del tukukawe, los niños pueden encontrar pequeñas especies de insectos que habitan el suelo. Este descubrimiento puede abrir las puertas a conversaciones sobre ecosistemas, biodiversidad y el papel de los insectos en el equilibrio del medio ambiente.

La observación directa de los insectos y otros organismos en su hábitat natural puede despertar la curiosidad y el asombro en los estudiantes, fomentando un interés por la biología y las ciencias naturales. Este tipo de experiencias también refuerza conceptos abstractos que se enseñan en el aula, como los ciclos de vida, la importancia de los polinizadores o la función de los descomponedores en el ecosistema. La vivencia directa de estos fenómenos naturales convierte el aprendizaje en algo significativo, ya que los estudiantes lo relacionan con algo que han experimentado personalmente.


El aprendizaje profundo a través de la naturaleza

El aprendizaje profundo va más allá de la simple memorización de hechos; implica la comprensión crítica, la aplicación de conceptos en contextos reales y el desarrollo de habilidades para resolver problemas. Cuando los estudiantes interactúan con la naturaleza, se enfrentan a desafíos que requieren pensar de manera creativa y colaborativa. La construcción del tukukawe, por ejemplo, puede implicar la resolución de problemas prácticos, como la estabilidad de la estructura o la recolección de materiales adecuados.

Además, al trabajar en un entorno natural, los estudiantes aprenden a valorar y respetar el medio ambiente. Este aprendizaje no solo se limita a conocimientos científicos, sino que también incluye valores éticos como la sostenibilidad, el respeto por la vida y la conciencia ecológica. Estas experiencias integrales proporcionan una base sólida para que los niños y niñas desarrollen un sentido de responsabilidad hacia el mundo natural, algo que es esencial para la formación de ciudadanos comprometidos con el cuidado del planeta.


Beneficios emocionales y sociales

El aprendizaje en la naturaleza también ofrece beneficios emocionales y sociales. Estudios han demostrado que los entornos naturales tienen un efecto calmante y pueden reducir el estrés y la ansiedad en los estudiantes. Al pasar tiempo al aire libre, los niños y niñas tienen la oportunidad de relajarse, jugar y desarrollar un sentido de pertenencia al entorno. Esto no solo mejora su bienestar emocional, sino que también les permite concentrarse mejor y estar más motivados para aprender.


Asimismo, trabajar en equipo en la construcción del tukukawe promueve habilidades sociales como la cooperación, la comunicación y el respeto mutuo. La naturaleza se convierte en un espacio donde los estudiantes pueden interactuar de manera libre, reforzando sus lazos sociales y desarrollando habilidades interpersonales esenciales.

34 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating

Escuela P-515 Ñirrimapu | Padre Las Casas Región de la Araucanía

  • Instagram
  • Facebook
  • YouTube
bottom of page