"Cuando llegue tú papá, te va a retar": la importancia de los acuerdos.

Ser padre o madre es una de las experiencias más trascendentes que experimentamos en la vida, sin embargo, también, implica una enorme responsabilidad y siendo honestos, no siempre estamos o nos sentimos preparados para todo lo que conlleva la paternidad y maternidad.

No existen manuales y por lo mismo, la tendencia básica es copiar alguna u otra fórmula que vimos de nuestros propios padres, sin embargo, esas estrategias no siempre son efectivas ya que eran funcionales en otro tiempo y para otro tipo de niños.

El trabajo, la falta de tiempo, las demandas de la educación, los conflictos de pareja, las preocupaciones del día a día -entre otros muchos elementos- hacen aún más compleja la tarea de ser padres. A esto se agrega la inseguridad de estar haciendo bien o no nuestra tarea, lo que genera estrés y angustia.

¿Cómo termina todo esto? En momentos nos falla la paciencia, nos vemos superados por las circunstancias y terminamos imponiendo la autoridad a través de retos, amenazas y enojo con niños y niñas.

¿Qué pasa después que retamos a un hijo? viene un sentimiento de culpa y tratamos de reparar por medio de premios o recompensas o derechamente dejamos pasar haciendo un circulo de reto - culpa - recompensa sin resolver lo que provoco el reto o el enojo.

Dentro de todos estos escenarios ¿Qué hacer entonces?

En este punto entran los acuerdos entre padres. Lo primero es entender que ser esposo o esposa o pareja es un tema y ser padre o madre, es otro y por ello las diferencias entre esposos o pareja, no deben de ser llevadas al plano de la tarea como padre.

Expresiones como "cuando llegue tú papá vamos a hablar", "eso lo ve tú mamá", "tú papá te va a retar" o actos como una madre rigurosa y un papá más relajado, tienden a provocar ese modelo del bueno y el malo, lo que no ayuda en nada a la crianza de los hijos, porque los niños y niñas "saben con quien lo hacen", frase tan escuchada por generaciones de familias.

Acuerdos básicos y cumplibles en que papá y mamá, participen en su formulación, son fundamentales, acuerdos sobre la hora de levantarse y acostarse, hacer la cama, ayudar en la casa, estudiar, hora de usar el teléfono es un buen comienzo.

Asimismo, saber que hacer cuando no se respeten estas reglas son temas a conversar entre los padres y que ambos cumplan estos acuerdos es fundamental para que los niños tengan certezas y seguridad de que son normas de la casa y que se van a cumplir esté el papá, la mamá, la abuela o el adulto responsable.

Un punto central es que no siempre los acuerdos se dan de ambas partes, quizá el padre o la madre no crean necesario hacer o no alguna actividad, pero este o no de acuerdo, si es por el bien de los hijos, eso se debe cumplir e ir viendo si resulta o no.

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