CLASE 1 | HUMANISMO, REFORMA Y EL CHOQUE DE DOS MUNDOS
- Departamento de Informática Educactiva
- 15 abr
- 4 Min. de lectura
Resumen de la clase
Objetivo es situar el Humanismo y el Renacimiento en su contexto espacial y temporal (O.A.1).
Se enmarca en un período histórico de transformaciones profundas hacia fines de la Edad Media (siglos XV y XVI), donde se experimenta el declive del feudalismo y el surgimiento de una economía basada en el comercio y el dinero.
Entre los principales cambios destacan:
Auge del comercio con Oriente, lo que permitió una mayor circulación de dinero.
Desvinculación de la riqueza de la tierra, comenzando a asociarse con el capital.
Nacimiento de los primeros bancos, impulsados por familias judías como los Médici, Fugger y Welser, debido a que la religión cristiana prohibía la usura.
Concentración de nuevas actividades económicas en las ciudades, las cuales cobraron gran relevancia.
Estos procesos sentaron las bases para el desarrollo del Humanismo y el Renacimiento, movimientos culturales e intelectuales que marcaron el inicio de la Edad Moderna, promoviendo nuevas formas de pensar el mundo, el arte y la religión.
Presentación de la clase
Observa el siguiente video.
Lee los siguientes texto para responder las preguntas
Texto 1:
“¿Qué significa Renacimiento? Su significado sigue siendo ambiguo, ya que el término aparece en el siglo XIX, fruto de la visión romántica. En síntesis se puede considerar el redescubrimiento del hombre, dándose una revalorización de la cultura clásica frente al «tenebrismo» que se pudo dar durante la Edad Media. Espacialmente el concepto se suele centrar en la península italiana […]. Esta revalorización del hombre, es decir, el antropocentrismo, significó una ruptura inicial con la mentalidad medieval, que giraba en torno a Dios como causa de todo (teocentrismo). Todas estas ideas fueron recogidas a lo largo de los siglos XV y XVI por autores como Vasari, dándose un resurgimiento de la literatura y de las demás artes. Italia se benefició del éxodo de sabios e intelectuales tras la toma de Constantinopla por los turcos otomanos en 1453. Junto a esto, los soberanos italianos se convirtieron en grandes mecenas de artistas para propaganda de su poder, siendo el caso más paradigmático el de los Médicis en Florencia. Sin embargo, y a pesar de esta teórica ruptura con la Edad Media, hay autores que hablan de un continuismo que se dio en Europa, aunque Italia seguiría siendo el principal foco de importancia por su vinculación al mundo clásico [y sus] restos materiales. El Renacimiento solo llegó a una minoría muy activa culturalmente, de carácter urbano, por lo que tuvo poco alcance entre la inmensa mayoría de la población. Tampoco se dio lo que Kristaller definió como una filosofía compartida por todos los renacentistas, a pesar de que hubiera una serie de lugares comunes compartidos por todos ellos”. Pérez Blázquez, A. (2010). El cambio de mentalidad colectiva: renacimiento, humanismo, reforma y contrarreforma. Proyecto Clío, 36, recuperado de http://clio.rediris.es
|
Texto 2:
“El historiador holandés Johan Huizinga escribió que «la palabra Renacimiento evoca en el soñador la imagen de un pasado de belleza, de púrpura y oro». O, para ser exactos, lo que ven reflejado en su mente es El nacimiento de Venus, de Botticelli; el David, de Miguel Ángel; la Mona Lisa, de Leonardo; Erasmo; los castillos del Loira y La reina de las hadas, todos mezclados en una imagen de una edad de oro de la creatividad y la cultura. Esta imagen del Renacimiento —con R mayúscula— se remonta hasta mediados del siglo XIX, al historiador francés Jules Michelet (que estaba fascinado por ella), al crítico John Ruskin (que la desaprobaba) y, sobre todo, al erudito suizo Jacob Burckhardt, cuyo famoso texto La cultura del Renacimiento en Italia (1860) describía este periodo utilizando dos conceptos, el de «individualismo» y el de «modernidad». Según Burckhardt, «en la Edad Media, la conciencia humana permanecía, como cubierta por un velo, soñando o en estado de duermevela… y el hombre solo se reconocía a sí mismo como miembro de una raza, de un pueblo, partido, familia u otra forma cualquiera de lo colectivo». Fue en Italia, en el Renacimiento, «donde se desvaneció en el aire ese velo por primera vez… el hombre se convirtió en un individuo espiritual y se reconoció como tal». […] Esta idea del Renacimiento es un mito. […] En el caso de la descripción que Burckhardt hace del Renacimiento, los historiadores ponen en tela de juicio, por exagerados, los espectaculares contrastes que el autor señala entre el Renacimiento y la Edad Media, y entre Italia y el resto de Europa, ya que tales contrastes se producen por no haber tenido en cuenta las diversas innovaciones que se realizaron durante la Edad Media […]. Como todas las autovaloraciones, las de los intelectuales y artistas del Renacimiento resultan reveladoras y a la vez inducen a error. Como otros hijos que se rebelan contra la generación de sus padres, esos hombres tenían contraída una gran deuda con la Edad Media, que tan a menudo denostaban. Acentuaban su distancia con respecto al pasado reciente y al propio tiempo, minimizaban la que les separaba del pasado remoto, la Antigüedad que tanto admiraban. […] El error de Burckhardt consistió en creer al pie de la letra la versión de los artistas e intelectuales del periodo, haciendo suya de manera literal esa concepción de Renacimiento y reelaborándola en su libro”. Burke, P. (1999). El Renacimiento. Madrid: Crítica.
|
Responde en tu cuaderno las siguientes preguntas de acuerdo a los textos leídos:
¿Qué fue el renacimiento?
¿Qué familias apoyaban estos movimientos?
¿Qué intelectuales destacan en la época?
¿Qué contexto histórico se describe en los textos?
¿Crees que nuestra cultura tiene influencias renacentistas? Argumenta.
Комментарии